¿Qué es exactamente la carcoma? La carcoma ,que afecta a nuestras casas es un
insecto de la familia de los escarabajos, cuya larva se alimenta exclusivamente
de madera. Aparte el perjuicio estético en muebles, enseres y marcos, una infestación
grave puede causar daños irreparables en la estructura de un edificio. A la
carcoma no le gusta la madera muy vieja, por eso vemos tallas de hace siglos
plagadas de agujeros, que sin embargo nunca más fueron atacadas.
Las larvas pueden permanecer años alimentándose en el interior del mueble. Los
adultos son alados, y las mariposas salen sobre todo en primavera, aunque
también en verano y otoño, para desovar en los resquicios y fisuras de la
madera que alcanzan volando. Por eso la carcoma se propaga en los objetos como
un virus en los animales: una sola silla afectada acabará contaminando toda la
casa, si no ponemos remedio.
Conoce sus tipos de actuación Apenas hay árbol que podamos considerar a salvo
de esta plaga. Hay dos tipos de actuación, según el tamaño de la pieza
afectada. Si son vigas, o maderamen estructural de gran porte, es preferible
recurrir a una empresa local experta en fumigaciones.
Los muebles y piezas manejables quedan dentro de nuestra jurisdicción. La cura
es barata, pero conviene no demorarla. A la menor sospecha debemos iniciar el
tratamiento. Básicamente consiste en aplicar insecticida a las larvas, que
estarán preferiblemente en aquellas zonas más oscuras y recónditas del mueble.
Con frecuencia, en una cómoda aparentemente sana veremos un panorama desolador
si quitamos los cajones y exploramos el interior con una linterna.
Aprende a prevenirla y eliminarla contra lo que mucha gente piensa, barnizar el
mueble no es una garantía plena: la mariposa sabe encontrar aquellos resquicios
y fisuras libres de barniz. Hay productos específicos para combatir la carcoma.
Los anticuarios, que utilizan insecticida en grandes cantidades, adquieren
venenos en polvo en las droguerías y obtienen litros de producto a muy buen
precio. Pero es desaconsejable que nosotros hagamos lo mismo, sobre todo si hay
niños en casa: el líquido resultante parece agua, cuando es altamente tóxico.
Son preferibles los botes de espray, con ellos no hay error posible.
Poniendo la cánula al espray rociaremos cada agujero, cada galería. Después
meteremos el mueble en una bolsa grande de basura, o lo enfundaremos en un
plástico de los que utilizan los pintores para proteger los suelos, y dentro
pulverizaremos de nuevo. Lo dejaremos bien cerrado unas dos semanas, para que
se envenene todo el aire del interior y las larvas perezcan con toda seguridad,
por mucho que ahonden.
Otro método igualmente eficaz es con una jeringa llena de aguarrás, se
introduce lentamente el producto en cada agujero y posteriormente sellarlo con
cera, este sistema es económico y muy eficaz.
En los enseres pequeños, como las cajas de sobremesa o muebles pequeños hay un
método infalible: la congelación. Los congeladores domésticos suelen ser de
tamaño reducido, pero el método es tan terminante que hay quien desarma los
muebles para meterlos pieza a pieza en el congelador.
Terminada la cuarentena, sólo falta cerrar los agujeros con masilla y una
espátula. Algunos restauradores gustan de conservar los estragos, como una
pátina de autenticidad, y optan por dejar los agujeros vistos. Incluso saben
imitarlos con una puntilla al rojo vivo.